Beñat Zaldua
Barcelona
Entrevue
Ada Colau
Portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)

«Si tumban la ILP, iniciaremos la presión a los diputados»

Se ha convertido en algo parecido a un fenómeno de masas. La paran por la calle y algún taxista le ha invitado en agradecimiento a su lucha. Dice que no es más que «la voz de la PAH», una voz que la semana pasada llegó con fuerza al Congreso y que volverá a oirse para exigir la aprobación de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en favor de la dación en pago.

Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. (Albert GARCIA)
Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. (Albert GARCIA)

La semana pasada la voz de Ada Colau llegó con mucha fuerza y mayor repercusión al Congreso de los Diputados y esta semana volverá a oírse para exigir la aprobación de la ILP en favor de la dación en pago, cuya votación se celebrará mañana.

Mañana llega el gran día de la ILP. ¿Qué espera de la votación en el Congreso?

De mañana esperamos que el PP rectifique, porque de momento han anunciado que bloquearán la tramitación, algo que me parece inconcebible. De hecho, el mismo día se vota antes la ILP para declarar la fiesta taurina como fiesta nacional, una iniciativa que ha reunido 500.000 firmas, que no son pocas; pero nosotros hemos reunido 1.400.000. El PP ha anunciado que votará a favor de la tramitación de la de los toros y que votará en contra de la dación en pago, cuando es un tema que debería preocupar bastante más al Estado español. Y como nos parece inconcebible que se opongan incluso a la misma tramitación, estaremos presionando hasta el último momento. Hemos comenzado una campaña para que la gente envíe correos a los diputados a través de oiga.me, haremos concentraciones entre hoy y mañana en las sedes del Partido Popular en todo el Estado y esperamos que rectifiquen. Aunque sea tarde, que rectifiquen.

Pero si no rectifican y mantienen el voto contrario, tumbando de esta manera la tramitación de la ILP, las medidas que proponemos seguirán siendo perfectamente vigentes y seguiremos con la campaña de presión para defender los derechos fundamentales, porque no nos queda otra opción. En este sentido, pondremos en marcha la campaña que hemos anunciado de presión a los diputados.

Por mucho que la banca insista en ello, las soluciones que plantean no parecen tan radicales; la dación en pago, la moratoria y el parque social de alquiler son medidas que ya existen en otros países cercanos. ¿Por qué es tan difícil en el Estado español?

Yo creo que hay dos motivos principales. Por un lado, creo que en el Estado español la democracia está totalmente secuestrada por los intereses económicos, que son los que dictan las políticas. Ocurre también en otros lugares, pero creo que aquí especialmente. De hecho, la relación de dependencia que existe entre el poder político y el poder financiero es uno de los temas de fondo que estamos denunciando, no solo nosotros, sino también otros colectivos. A ellos les condonan las deudas que no les condonan a las familias, lo que deja claro que existe esta relación de dependencia que hace que primen los intereses de las entidades financieras.

En segundo lugar, además de los intereses económicos, creo que entra en juego también un fuerte componente simbólico. Es decir, el hecho de que, de alguna manera, se de la razón a una movilización ciudadana construida desde abajo, que de forma humilde y persistente, como una hormiguita, lleva cuatro años plantando cara a las entidades financieras, tiene un peso simbólico muy fuerte. De hecho, podría animar a otros movimientos y a otras luchas a seguir insistiendo. El peligro que ello conlleva y la arrogancia que lleva pegada el poder les impide reconocer, finalmente, que la sociedad civil tiene la razón.

Esta cultura de complicidad entre clase política y poder financiero es una de las señas de identidad de lo que se ha dado en llamar la Cultura de la Transición, en la que no acaban de encajar discursos como el suyo en el Congreso. ¿Con qué sensación se quedó después de llamar criminal al representante de la banca y tras ver la reacción de los diputados presentes?

Pues me reafirmó en mis posiciones y, mirándolo después, creo que me quedé corta y que fui muy prudente, porque en realidad podría haber hablado de organización mafiosa y criminal, de estafa y de muchas otras cosas. En realidad, el listado de crímenes y delitos de esta gente es incontable y es reflejo del déficit democrático que tenemos. Hasta que no hagamos una limpia de todo esto no saldremos ni de la crisis ni de esta democracia secuestrada.

¿Se está derrumbando, como parece, dicha cultura de la Transición y el modelo político y social que ha conllevado?

Yo creo que sí. Creo que todo el mundo tiene claro que estamos acabando un ciclo, que hay unos lobbies de poder que ahora mismo están solamente preocupados de mantener sus privilegios y que les es completamente igual la democracia, el interés general o la voluntad ciudadana. La ciudadanía ahora tiene consciencia de ello. Como diría alguno, hoy más que nunca, ‘el Rey está desnudo’ y la gente lo tiene muy claro; no es solo el tema de la dación en pago, es el tema de la corrupción generalizada en el sistema y muchas otras cosas que evidencian esto. Puede tardar más o menos en caer, pero caerá. Yo espero que sea más bien pronto, pero eso depende básicamente de la movilización ciudadana, de que la gente no se resigne. Porque este es también un poco el peligro de la corrupción generalizada, el hecho de que se generalice aquello de que ‘todos son iguales’ y ‘todos son corruptos’, y que eso no incentive a movilizarse. Espero que eso no sea así y desde luego, desde la Plataforma intentamos que no sea así y que hagamos limpia cuando antes mejor, para poder refundar la democracia.

Volvamos a la ILP; aunque no se acabe aprobando ¿Cree que ha servido de algo este proceso?

Nosotros ya sabíamos que era muy difícil, porque una de las cosas que visibilizan, precisamente, la democracia descafeinada que tenemos en el Estado español son los mismos mecanismos de participación ciudadana existentes, que además nunca son vinculantes. La ILP es un ejemplo clarísimo: tienes que hacer un esfuerzo inhumano para recoger firmas con una barbaridad de obstáculos y requisitos, y cuando haces este esfuerzo, resulta que ellos pueden incluso no admitir a trámite esta iniciativa.

Por lo tanto, no somos ingenuos y ya lo habíamos calculado, ya sabíamos que sería así. Pero al margen de que finalmente sea rechazada, la ILP ha servido ya para muchas cosas; por ejemplo, como proceso de movilización, articulando más el movimiento y haciéndolo crecer, ya que se han creado muchos nuevos núcleos de la Plataforma gracias a la ILP. Además, nos hemos articulado con otros movimientos, hemos estado en la calle permanentemente, generando debate, y esto se está visibilizando ahora que hay dificultades con la ILP, cuando surge un clamor popular de indignación Eso es fruto del trabajo anterior de articulación y movilización.

Pero no solo eso. La iniciativa sirve también para visibilizar la legitimidad que tienen nuestras demandas, más allá de que ellos las tengan en cuenta o no. 1.400.000 firmas en pocos meses no es poca cosa, no cualquiera lo puede conseguir y visibiliza este apoyo popular amplísimo que tienen nuestras demandas. Y consecuentemente, también nos facilita visibilizar este punto de inflexión en el que nos encontramos ahora que hemos agotado todos los canales que nos ofrecía el sistema: hemos hablado con servicios sociales, con partidos, con ayuntamientos, con juzgados, con entidades financieras, hemos recogida firmas como hormiguitas, etc. Hemos hecho todo lo que se podía hacer. Si a partir de aquí es el sistema y las propias administraciones públicas las que no responden, están legitimando que la ciudadanía de pasos adelante y eleve el tono de las protestas.

La ILP servirá también, como habéis comentado en más de una ocasión, para retratar a aquellos diputados que la rechacen. ¿Cabría extender a ellos la calificación de criminales que adjudicó en su discurso al representante de la banca?

Sí, totalmente. Los hacemos directamente responsables del sufrimiento de la gente. Si con todas las cartas sobre la mesa, como están ahora, hay diputados y diputadas que más allá de su grupo político, que nos da igual, con su conciencia personal, siguen bloqueando estas demandas de mínimos, los hacemos directamente responsables del sufrimiento de la gente y, por lo tanto, les extendemos el calificativo de criminales.

Barriendo un poco para casa, como portavoz de la PAH tendrá conocimiento sobre el estado en que esta problemática se encuentra en Euskal Herria, con Kutxabank y Caixabank en primer plano. ¿Qué calificativo le merece?

Son entidades que, como otras tantas, están estafando y están machacando a la gente. Aquí en Catalunya tenemos también casos de Kutxabank que son durísimos, en los que no han querido facilitar ningún tipo de solución y en los que se han aprovechado de la legislación vigente hasta el último momento. Pese a algún intento de marketing que han hecho, diciendo que paraban los desahucios, todos sabemos que es falso y que siguen ejecutando y desahuciando como el resto.

En tu discurso en el Congreso advirtió de que los diputados y las formaciones que se opongan a la ILP correrán el riesgo de ser señalados por la sociedad. ¿Hacia dónde se encaminarán las acciones de la PAH a partir de ahora?

Por un lado mantendremos y ampliaremos las campañas de desobediencia civil que ya estaban en curso, es decir, las de detener desahucios, las de hacer acciones de presión a las entidades financieras para forzar las negociaciones caso por caso y lo que llamamos la Obra Social de la PAH, que es la recuperación de viviendas vacías en manos de las entidades financieras para recolocar a las familias que lo necesiten.

Por otro lado, ya he explicado que hemos agotado todas vías que teníamos, por lo que a partir de ahora comienza una nueva fase, que es la de señalar responsables y acabar con la impunidad. Entendemos que no habrá nunca democracia mientras los responsables de todo esto se puedan mover con impunidad por la calle y por las instituciones y, por lo tanto, sin hacer acciones violentas, porque nunca hemos estado a favor de la agresión física, señalaremos a estas personas haya donde vayan, en actos públicos, por la calle o donde sea. Y simplemente nos limitaremos a dar información, que todo el mundo sepa que estas personas, con estos nombres y estos apellidos, son responsables del sufrimiento, la extorsión y la estafa de miles de personas.