Iñigo Urkullu se ha referido en RNE a las críticas que está recibiendo el Ejecutivo de Lakua tras la destitución de Txema Urkijo y el nombramiento de Aintzane Ezenarro y Enrique Ullibarriarana como asesores, en sustitución del cesado.

El lehendakari ha afirmado que mantiene en la secretaría de Paz y Convivencia la misma estructura que había cuando Txema Urkijo era asesor, de manera que, por encima de los dos nuevos asesores, hay una directora de Víctimas y Derechos Humanos.

«La dirección es la que lleva la política y sigue existiendo la misma dirección, Mónica Hernando, por encima de la cual hay un secretario de Paz y Convivencia, el señor Jonan Fernández y, por encima del cual, obedeciendo a la estructura de la propia Lehendakaritza, está el lehendakari», ha indicado.

Ha asegurado que, tras los nombramientos, no hay «ni un antes ni un después» en el plan de trabajo que existe. Además, ha indicado que la figura del asesor, «como todos los asesores», es un personal eventual de confianza y «no es quien marca la política» porque, «quien marca la política es quien tiene la responsabilidad directamente, la directora de Víctimas».

«Hay un Plan de Paz y Convivencia, que es la hoja de ruta que tenemos en el Gobierno vasco y en la secretaría de Paz y Convivencia para trabajar en un nuevo tiempo, diferente al de legislaturas anteriores», ha añadido.

Urkullu ha afirmado que existe «un compromiso absoluto para con las víctimas del terrorismo, para con todas las víctimas del terrorismo», y «es lo que pretendo llevar a cabo desde el empeño por seguir adelante con un tercio de las iniciativas contempladas en ese Plan de Paz y Convivencia que mira exclusivamente a las víctimas del terrorismo».