El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha arremetido contra Estados Unidos, al que ha exigido que asuma la responsabilidad por la actuación de las autoridades ucranianas en lugar de dar ultimátums a Rusia, al tiempo que ha dejado claro que los intentos de aislar a Moscú fracasarán.

Lavrov ha acusado a Kiev de dar pasos contra el acuerdo alcanzado en Ginebra el jueves pasado para tratar de frenar la crisis de Ucrania.

«Los acuerdos de Ginebra sobre Ucrania no especifican ningún calendario, pero las medidas deberían adoptarse de forma urgente», ha defendido Lavrov en rueda de prensa junto a su homólogo de Mozambique, Oldemiro Baloi.

El ministro ruso ha denunciado que «todo apunta al hecho de que las autoridades de Kiev no son capaces de controlar a los extremistas o no quieren controlarles».

Para Lavrov, lo principal ahora es evitar ningún tipo de violencia en Ucrania, como contempla el acuerdo suscrito por Rusia, Ucrania, la UE y Estados Unidos en Ginebra. Sin embargo, esta parte del acuerdo no se está cumpliendo sino que «se están dando pasos por parte de los que tomaron el poder [en Kiev] que violan» lo acordado.

Lavrov ha expresado la preocupación de Moscú porque «en lugar de confirmar la responsabilidad de la situación, Kiev y los países de Europa occidental estén intentando responsabilizar a Rusia» de la situación.

Ha denunciado que los edificios ocupados durante las protestas en Kiev contra el ahora depuesto presidente Viktor Yanukovich no han sido evacuados porque el Gobierno ucraniano se niega a ello y ha acusado de llevar a cabo una «política criminal» a aquellos que «intencionadamente buscan instigar una guerra civil».

Asimismo, ha criticado el ataque contra «personas desarmadas» que tuvo lugar el domingo en la ciudad de Slaviansk, en el este de Ucrania, en el que murieron activistas prorrusos.

«En lugar de dar ultimátums y amenazarnos con sanciones, Estados Unidos debería darse cuenta plenamente de su responsabilidad por las personas a las que llevó al poder en Kiev», ha reclamado Lavrov. «Los intentos de aislar a Rusia no tienen ninguna perspectiva, ya que es imposible», ha remachado.