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El fiscal plantea abandonar los procesos previos al Acuerdo de Viernes Santo

La propuesta del Fiscal general del norte de Irlanda de abandonar los procesos por las muertes cometidas antes del Acuerdo de Viernes Santo de 1998 provocó ayer una polémica en instituciones y grupos irlandeses y británicos. Sin hablar de amnistía general, el fiscal John Larkin planteó una propuesta de paralizar invesetigaciones y procesos aplicable tanto a grupos grupos armados católicos y protestantes como al Ejército o a la Policía, como una «consecuencia del proceso de paz». Larkin explicó que 15 años después de los acuerdos de Belfast, ha habido muy pocos procesos y que «la perspectiva de encontrar culpables disminuye de año en año».

Familiares de víctimas del IRA o del Bloody Sunday criticaron la propuestas como «de mal gusto», «ridícula» o «escandalosa». El primer ministro británico, David Cameron, aseguró que «el Gobierno no tiene ninguna intención de legislar sobre una amnistía». También el líder unionista Jeffrey Donaldson rechazó la idea.

Víctimas y supervivientes

Por su parte, el líder de Sinn Fein, Gerry Adams, aseguró que la herencia del pasado es un asunto mucho más amplio que el de la paralización de las investigaciones de los delitos y, a su juicio,en la práctica ya hay una amnistía para los crímenes de Estado británico y sus aliados.

El líder republicano subrayó la necesidad de abordar el debate y reconocer «que hay muchas narraciones diferentes a esta historia. Todos estos relatos tienen su propia verdad. No existe una sola voz a las víctimas».

Adams recordó que Sinn Féin ha propuesto un proceso internacional independiente de recuperación de la verdad, y que «otros tienen diferentes ideas de cómo debe abordarse este tema, pero tenemos que aprovechar esta oportunidad para hacer avanzar el proceso de forma que se ocupe de las víctimas, pero que también construya el futuro de los supervivientes».