Según ha indicado al magistrado de la Audiencia Nacional española, a quien ha prestado testimonio en calidad de testigo, ingresó dos pagos de 6.000 euros en 2007 y 2008. El primero de ellos aparece anotado en los documentos que reflejarían la contabilidad paralela de Génova con el nombre de «Cristóbal M.D.E.Z» mientras que el segundo sí que viene adjudicado con su nombre y apellido.

Páez sucedió a Luis Bárcenas cuando este se apartó de la primera línea política tras ser imputado en la «trama Gürtel» y se suma a la lista de dirigentes de la derecha española que han admitido la veracidad de pagos aparecidos en los citados papeles. Además del exgerente, el actual presidente del Senado español, Pío García Escudero, los antiguos cargos del PP en Nafarroa, Jaime Ignacio del Burgo y Calixto Ayesa, así como Santiago Abascal, concejal en Amurrio, han dado validez a diversas anotaciones. Además de Páez también ha sido interrogado Antonio Ortiz, cajero de Génova, quien ha negado la existencia de una contabilidad paralela.

Posteriormente, Ruz ha tomado declaración al exsecretario general, Francisco Álvarez Cascos. Tras más de dos horas de declaración, este ha abandonado la Audiencia Nacional sin realizar declaraciones a la prensa. Al contrario que en otras ocasiones, donde las personas citadas en el tribunal son recogidas con su vehículo en el exterior, Álvarez Cascos ha realizado a pie el trayecto hasta Recoletos, donde le esperaba un coche. A lo largo del camino, apenas medio centenar de metros, varios policías españoles han escoltado al antiguo ministro, llegando a empujar a los periodistas que trataban de preguntar a Álvarez Cascos acerca de su declaración.

Posteriormente ha sido el turno de Javier Arenas, con quien se han cerrado las declaraciones de hoy. Mañana será la actual secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal quien sea interrogada por el magistrado. Tanto Álvarez Cascos como Arenas han sido recibidos con insultos y gritos de «ladrones» a las puertas de la Audiencia Nacional, donde se concentraban diversos afectados por la estafa de las preferentes de Bankia.

Según ha trascendido a los medios, ambos han negado ante el juez haber recibido sobresueldos en dinero negro y no han reconocido los papeles presentados por el antiguo tesorero, Luis Bárcenas. Los dos exaltos cargos de Génova, que han declarado como testigos (y que estaban, por lo tanto, obligados a decir la verdad), han admitido que no existían mecanismos para controlar las donaciones anónimas. Concretamente, han reconocido que no se controlaba la identificación de los donantes, ni que las aportaciones no superasen el máximo establecido por la Ley de Financación de partidos políticos ni tampoco que los fondos no procediesen de empresas con contratos con la administración pública.