La norma ha sido aprobada bien entrada la noche con 16 votos a favor por 13 en contra en una sesión que ha durado unas doce horas y que ha estado marcada por el acalorado debate entre el oficialismo, que ha impuesto su mayoría simple para dar luz verde al proyecto gubernamental, y la oposición, que ha rechazado la propuesta en bloque.

El Proyecto de Ley sobre Control y Regulación de la Marihuana y sus Derivados fue planteado originalmente en junio de 2012 por el presidente del país, José Mújica, como una revolucionaria forma de combatir al narcotráfico.

El plan establece la creación de un ente estatal regulador que se encargará de emitir licencias y controlar la producción y distribución de la droga en clubes y farmacias.

El debate en el Senado ha sido seguido por defensores del libre consumo de esta droga, que han celebrado el resultado de la votación dentro y fuera del Legislativo, y fumando cigarrillos de marihuana en una colorida manifestación en las calles.

Durante la discusión parlamentaria los senadores oficialistas han calificado la jornada de «histórica» y han considerado el proyecto «un gran paso» para mejorar la situación de muchos jóvenes, la mayoría pobres, que padecen el flagelo de las drogas.

Por contra, los senadores opositores han coincidido en señalar que la iniciativa es un «experimento» que tendrá «efectos nefastos» para la salud pública y justamente para los jóvenes.

Las críticas se han centrado también en la falta de definición de la ley, considerada muy generalista porque deja que casi todos sus aspectos prácticos para un reglamento posterior que deberá ser redactado en 120 días.

Antes de la votación, Mujica ha dicho que la nueva ley «no es bonita» y ha reconocido que los ciudadanos, dos tercios de los cuales la rechazan en las encuestas, no están «totalmente preparados» para ella, pero ha pedido una «oportunidad» para ver si funciona.