Ni la crítica de EEUU y la Unión Europea ni la intervención militar de las autoridades de Kiev, que este domingo han tomado la ciudad de Krasnoarmeisk, han evitado la altísima participación en el referéndum que ha tenido lugar en las regiones, todavía, ucranianas de Donetsk y Lugansk. Al cierre de los colegios electorales la participación en Lugansk era del 79% y del 71,4% en Donetsk. Incluso en la ciudad que ha tomado el Ejercito fiel a Kiev el 77% del censo ya había votado antes de la incursión militar.

Según los resultados preliminares, el 89,7% de los votantes de Donetsk se ha pronunciado a favor del ‘Sí’, el 10,9% ha votado por el ‘No’ y el voto nulo no ha llegado al punto porcentual.

En Lugansk, entre un 94 y un 98% de los electores ha votado a favor de la independencia, según datos facilitados por la comisión electoral tras el escrutinio de los votos emitidos en 28 de las 32 circunscripciones.

Román Liaguin, jefe de la Comisión Electoral, se ha felicitado por la masiva afluencia de votantes: «La participación ha superado todas nuestras expectativas. Estamos muy contentos». Liaguin ha destacado el hecho de que los ciudadanos acudieran a votar pese a la situación de guerra. Aún y todo, la mayor parte de la jornada transcurrió en un clima de tranquilidad. Liaguin había avanzado que la convocatoria de las consultas era la única vía para evitar la guerra.

Pasos tras los resultados

Las actas oficiales de los resultados se presentarán este lunes al mediodía. Los dirigentes regionales, que no reconocen al Gobierno en Kiev, han anunciado que tras hacerse oficiales los resultados las formaciones militares de Kiev serán reconocidas como «ilegales y consideradas invasoras».

Desde Kiev niegan legitimidad a las consultas y dicen que no tendrán ninguna consecuencia jurídica. Además, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania han afirado que «no afectarán a la integridad territorial del Estado». También han advertido a Rusia que si reconoce los resultados, estarían ante un «acto de agresión». El presidente de Rusia, Vladímir Putin, solicitó esta semana aplazar las consultas, petición que no fue oída por los convocantes.