Alfredo Pérez Rubalcaba no aguanta el último desplome del PSOE. Poco más de dos años después de ser elegido secretario general por la mínima en el Congreso de Sevilla, el actual líder de Ferraz ha admitido los «malos resultados» y ha convocado un congreso extraordinario para los días 19 y 20 de julio. «La responsabilidad es del secretario general. Lo que hago es asumir la responsabilidad política por los malos resultados y esta decisión ha sido absolutamente mía», ha indicado. Hasta entonces, seguirá al frente del partido, pero será la nueva dirección la que gestione el proceso de primarias abiertas que debería de concluir con la elección de un candidato para los comicios de 2015.

«Los resultados son malos, pero hemos hecho una buena campaña», ha intentado defenderse un Rubalcaba que ha comparecido en Ferraz acompañado, desde un discreto segundo plano, por la candidata Elena Valenciano. «No hemos recuperado la confianza. Nuestro proyecto no ha calado, pero calará», ha reconocido.

Hasta que el cónclave elija una nueva dirección en la que él ya no estará, Rubalcaba seguirá dirigiendo el PSOE. «La responsabilidad es mía y acabará cuando el nuevo secretario general toma posesión», ha argumentado. Lo que el líder del PSOE ha defendido es el programa político salido de la conferencia política de noviembre de 2013. En su opinión, el programa es bueno y lo que ha fallado ha sido el no haber logrado transmitírselo a los ciudadanos en un contexto de crisis de credibilidad de la clase política.

Los malos resultados de ayer, cuando el PSOE se dejó dos millones y medio de votos y nueve escaños (obtuvo únicamente 14, sus peores resultados de la historia) apuntaban a que hoy se adoptarían decisiones. Y así ha sido. Tras la reunión de la Ejecutiva, Rubalcaba ha anunciado la convocatoria del congreso. No ha querido detallar qué barones se han alzado como voces críticas en la reunión y ha asegurado no sentirse solo. No obstante, las tensiones internas se habían aparcado hasta la campaña de las europeas, pero el golpe de ayer ya apuntaba que las disputas se reactivarán. Especialmente teniendo en cuenta que los posibles aspirantes a primarias (Patxi López, Eduardo Madina y Carme Chacón, entre otros), podrían intentar también dirigir el partido. Los próximos dos meses serán de búsqueda de alianzas. No se puede olvidar que el propio Rubalcaba se impuso a Chacón por apenas 22 votos en febrero de 2012.

«Quiebra en la confianza»

Rubalcaba sí ha admitido la crisis política que padece el Estado español y que afecta especialmente a PSOE y PP, los dos pilares del sistema bipartidista. De hecho, el todavía secretario general ha tratado de ligar la crisis a todo el sistema y no únicamente a Ferraz. «Hay una quiebra en la confianza. ¿Qué nos une a PP y PSOE? Que somos parte del sistema político que ha gobernado España. No nos une nada más», ha señalado, tratando de lanzar el mensaje de «no somos lo mismo» que Valenciano ha intentado, sin éxito, impulsar durante toda la campaña. «No hemos sabido recuperar la confianza de los ciudadanos», ha insistido Rubalcaba, para después reiterar su confianza en el proyecto político del PSOE. «Se trata de un proyecto a medias que la nueva dirección continuará y completará», ha remarcado.

Más parco en palabras se ha mostrado al hablar sobre su futuro. Ha admitido la responsabilidad última en la dirección adoptada por su formación pero no ha querido despejar cuál será su futuro cuando deje la dirección del PSOE en el mes de julio. Eso sí, ha indicado que ya ha había tomado la decisión de no presentarse a las primarias, algo que, según sus palabras, había comunicado a Valenciano, Óscar López «y a Felipe». Lo que ha dejado claro es que «habrá primarias abiertas». Aunque ha eludido contestar si un congreso previo a esos comicios abiertos no podrían restar fuerza a las primarias. Ahora habrá que ver qué dicen los posibles candidatos.

Catalunya es uno de los territorios del Estado donde el PSOE ha acusado un mayor golpe. Sin embargo, Rubalcaba ha insistido en la validez del proyecto del PSC, que se ha hundido a niveles históricos. «Hay un problema entre Catalunya y el resto de España», ha señalado, para después admitir que los resultados de su formación han sido «malos sin paliativos». No obstante, pese a que su propuesta de cambio constitucional con veto al derecho a decidir no ha encontrado el respaldo ciudadano, lo ha querido ubicar como única alternativa posible.

Crítica de Chacón

Tras demostrarse ayer que el PSOE todavía no conocía su suelo, era de esperar que los críticos, que se habían mantenido en un obediente silencio hasta las europeas, se rebelasen contra Rubalcaba. Hoy, tras la Ejecutiva, solo ha hablado Eduardo Madina, quien ha insistido en que su esperanza de cambio son las primarias. Otros han levantado la voz a través de Twitter. Por ejemplo, Carme Chacón, quien había escrito en la red social «solo si primero nos abrimos a la sociedad la sociedad se abrirá a nosotros».