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Iruñea

Los seis detenidos por colgar la ikurriña durante el txupinazo quedan en libertad con cargos

Las seis personas detenidas en Iruñerria acusadas de colgar una gran ikurriña durante el txupinazo de las últimas fiestas de San Fermín en la Plaza del Ayuntamiento han quedado en libertad con cargos tras comparecer ante el juez. Junto a ellos ha declarado la edil de Bildu en el Consistorio Patricia Perales.

Los seis detenidos, tras quedar en libertad. (AteakIreki)
Los seis detenidos, tras quedar en libertad. (AteakIreki)

Las seis personas detenidas ayer por la mañana en Iruñerria en relación al despliegue de una ikurriña de grandes dimensiones durante el txupinazo sanferminero han quedado en libertad tras pasar la noche en comisaría y comparecer ante el juez. Les acusan de «desórdenes públicos» y les han impuesto comparecencias mensuales en el juzgado.

Según la agencia Efe, el juez ha ordenado la intervención de los móviles de todos ellos y ha acordado recoger una muestra de su perfil genético para cotejarlo con las evidencias halladas en el lugar de los hechos. Asimismo, el juez va a investigar las llamadas registradas en los días previos al txupinazo entre la concejala de Bildu Patri Perales y dos de los imputados.

Además de Mikel Valdivielso (Errotxapea), Josu Gracia (Ayuntamiento), los hermanos Xabi y Eneko Gartzia (Txapitela), Natxo Barriuso e Iñigo Balbas, también ha declarado en el juzgado la citada edil.

A su salida del juzgado, Perales ha afirmado que según le ha transmitido el juez no está imputada. «Solo he respondido a las preguntas que me ha hecho el juez y lo que me ha dicho es que no estoy imputada», ha asegurado.

En su auto, el magistrado sostiene que de las diligencias practicadas se desprenden «claros indicios» de que fueron los detenidos quienes colocaron momentos antes del txupinazo una ikurriña de grandes dimensiones a escasos metros de la fachada del Ayuntamiento.

Eso, añade, provocó un retraso de casi veinte minutos en el lanzamiento del txupinazo y supuso un «claro riesgo» para las miles de personas que se encontraban en ese momento en la plaza Consistorial.

El juez afirma que es «notorio» que existen discrepancias sobre la presencia de la ikurriña en ese acto, y alude al «peligro que hubiera generado la caída incontrolada de la bandera, muy pesada y de grandes dimensiones, sobre los congregados lo que podría haber colocado escenas de pánico y movimientos de la masa de consecuencias inimaginables».

Esos hechos son, a su entender, constitutivos de un delito contra el orden público. Para el juez, la «perturbación» que generó la colocación de la enseña vasca debe reputarse como «grave».