El suceso ha tenido lugar al término de las visitas. Una furgoneta, conducida por un voluntario, ha recogido a los familiares que salían de la cárcel vieja (Murcia I) y se ha dirigido a la nueva prisión, Murcia II. En las proximidades había un grupo de personas «con pinta de ultras» que han arrojado un par de piedras hacia la furgoneta, sin mayores consecuencias.
Los familiares han emprendido el viaje y han entrado en la autovía. En ese momento se han percatado de que les perseguía un coche en el que viajaban los cuatro agresores, que han bajado las ventanillas y han lanzado otra cinco piedras. Estas han impactado en la carrocería, sin golpear en las lunas y sin causar daños personales. Según fuentes de Etxerat, los ocupantes de la furgoneta se encuentran físicamente bien, aunque han sufrido un susto importante.

Igual Cerdán es Roldán, pero la Nafarroa de 2025 no es la de 1994

Periodismo en tiempos de maraña golpista

El estrecho de Ormuz, ¿arma definitiva en manos de Irán?

Sueños de esperanza a la americana
