Durante su intervención en el Forum Deusto en la jornada -Hacia la salida de la crisis: Cómo y en qué condiciones?-, el lehendakari Iñigo Urkullu se mostró convencido de que, en la actual coyuntura, la CAV debe «arrear en firme», en alusión a una frase utilizada por el exlehendakari José Antonio Agirre cuando era alumno en esta Universidad y, que, según explicó, constituye el «espíritu» de su lema y título de conferencia -Euskadi 2020 para el desarrollo humano y sostenible-.

Urkullu considera que, «si Euskadi fue capaz de afrontar la combinación de crisis y violencia en el pasado», ahora logrará «volver a la senda del crecimiento y el empleo». De hecho, defendió que la CAV logrará en 2020 reducir la tasa de paro actual, superior al 17%, a un porcentaje inferior al 8%.

Para ello defendió «un acuerdo nacional en Euskadi para lograr una política de consenso y concertación», y no de «enfrentamiento y descalificación», ante ante «la imposibilidad de llegar a un consenso con institu- ciones, partidos y agentes en el ámbito estatal, pese a la crisis económica vivida». Insistió en que «otro modelo es posible y, desde luego, necesario, que responda a las demandas ciudadanas desde una visión constructiva y de largo plazo para aprove- char las nuevas oportunidades.

Contra la reforma laboral

Urkullu dijo también que no está de acuerdo con la reforma laboral, porque «habrá podido servir para otras prácticas, pero no para la generación de empleo, como estamos observando», y añadió que el Ejecutivo autonómico se inclinaba por un sistema de «flexiseguridad», que es «una «flexibilidad combinada con la seguridad, un modelo de referencia en los países nórdicos».

Urkullu también aludió al marco de relaciones laborales e hizo referencia a su defensa de que se plantearan convenios con especificidad territorial, «frente al vencimiento del plazo del 7 de julio», fecha en la que dejaron de tener vigencia.

Además, afirmó que aboga por «unas relaciones laborales en las que haya un diálogo permanente entre empresario y trabajador». En este sentido, apeló a «la sensibilidad y a la responsabilidad de los sindicatos, en general, pero de algunos más que otros, en particular».

A este respecto, CCOO respondió que le parece «inaudito» que hable de diálogo cuando presentó un plan de empleo «unilateral y sin ningún tipo de contraste con los agentes sociales».

En su discurso, Urkullu señaló después que. a su juicio, la sociedad debería ser «honesta y ensalzar la figura del empresario que arriesga y es un ciudadano que vive aquí y está comprometido socialmente». Sin embargo, les recordó que las empresas «no son solo ellos, sino también los trabajadores».

Por otra parte, el lehendakari se mostró contrario a «poner en cuestión» el modelo cooperativo, porque, según dijo, «no puede ser» que una situación «que afecte a una o 20 cooperativas» lleve a dudar de todas las demás. «El modelo cooperativo es toda la economía social que existe» en la CAV, sentenció.

Ética y transparencia

Urkullu situó «los cimientos» de su proyecto «Euskadi 2020» en «valores como el de la ética», e incluyó el «Código ético y de buena conducta» aprobado por su gabinete, que «nos compromete con la transparencia y la rendición pública de cuentas».

También se refirió al compromiso con «una gestión eficiente y rigurosa del sector público», y lamentó el «desmedido recurso al endeudamiento, tanto privado como público». Recordó que, entre 2009 y 2011, el Gobierno de Gasteiz, presidido por Patxi López. «superó el límite de déficit presupuestado y aprobado, multiplicando exponencialmente su deuda. No había pasado con anterioridad y tampoco con posterioridad», matizó.

Esta crítica tuvo rápida respuesta del PSE que le acusó de «volver a sacar con datos torcidos el asunto de la deuda» y de «buscar excusas en el pasado».