Pablo CABEZA BILBO
Entrevista
Fernando «Apoa»
Voz de Estricalla

«La cuestión es decidirse a hacer algo imaginativo, apasionado y subversivo»

Estricalla es una de las bandas más nervudas y musculosas de la escena gracias a su recia metralla jarkore y la fortaleza socio-política de sus textos. «Triple asalto mortal» es el título de su nuevo disco, editado en digital, digipack y vinilo. No hay un acorde de más ni una palabra de menos. El quinteto cuenta con la colaboración del mítico Jello Biafra (Dead Kennedys) y presenta álbum hoy en el gaztetxe de Arrasate.

Mono (Küm, Irazi...), Bati y Pano (Kloakao), Hodei ( Erantzun, Humilitate...) y Fernando (Corazón del Sapo, Kuraia, Matxura...) son Estricalla (Irun-Zarautz-Torrelavega), el grupo que publica uno de los discos más concluyentes de la temporada y que propone un directo de intenso jarkore. La gira lleva meses en ruta, ayer tuvieron guerrilla musical en Psilocybenea de Hondarribia junto a los barceloneses The Capaces (todo poder), y hoy atacan ambas formaciones desde el gaztetxe de Arrasate. Concierto recomendado hasta que se apaguen las luces.

Para el directo, Mono ya no está por motivos laborales, su lugar lo ocupa Erik (Hil Aiari, Hartzak B.B.). Cabe singularizar que, con la entrada de Hodei, Estricalla funciona con dos guitarras, con lo que se alcanza un sonido de mayor impacto.

Estricalla presenta «Tripe asalto mortal», que se ha publicado en digital, compacto y vinilo. Este soporte cuenta con portada doble y un fanzine repleto de citas, buenos textos e intencionalidad. Lo habitual es que se pueda localizar a 10 euros (si no en tienda, sí en la bandcamp del grupo). La versión digipack cuesta 8 euros y la socialización de la cultura llega a su extremo al poder descargarlo digitalmente marcando el precio deseado. Cero no siempre es lo más adecuado.

Los valores del disco sangran desde el primer minuto, con una apertura, por ritmo y tensión, desgarradora. Si se piensa que es porque hay que impactar con la apertura, «Rajoy división 13 12 and his fascist» lo desmiente. Como sucede con la flamígera «68 infernuko suaren kluba», la desértica jarkoreta «Sal paradise eta Dean Moriartyren 17», la justiciera y lanzada «Opus diaboli 666», las vertiginosas y aceleradas «Zikloi 1 naiz» y «2luzik», más «The real terrorist and 1001 waepons of mass opression», que tras un comienzo furibundo baja un poco el ritmo para rockear, aligerar un espléndido solo de guitarra y permitir que Jello Biafra entre con su característica e inimitable forma de entonar. Si el vello ya estaba de punta, con el tramo de Biafra cada pelo se convierte en un cactus preparado para el trasero de tanto y tanto desvergonzado. La canción lleva la épica del «Horses» de Patti Smith.

Acción, sudor y mucho talento para una banda cuyos principios esquivan toda tentación mercantilista y sin menoscabo creativo. Estricalla se amplía desde la poética a la lucha de clases y desde esta a los escenarios como pregoneros de que hay vida más allá del sistema. El quinteto es una oda al talento pisando el acelerador.

¿En Estricalla publicar un nuevo disco es un hecho artístico y/o social?

Sacar un disco como «Triple asalto mortal» creo que es sobre todo un acto de rebeldía, una invocación a seguir en la lucha, un salto al vacío sin red y con la estratosfera como único límite; en definitiva, un grito de esperanza en medio de tanta desesperación. Todo es arte, todo puede ser arte. Todos llevamos un artista dentro. La cuestión es decidirse a hacer de nuestra vida algo imaginativo, apasionado y subversivo. No somos antiarte, pero no nos consideramos artistas, tampoco músicos, aunque sí pienso que lo que hacemos, en este caso música, sí que es una expresión artística. En realidad somos gente que en determinado momento de la vida tomamos conciencia sobre lo que pasaba a nuestro alrededor y decidimos tomar parte y actuar de una manera comprometida, activa y creativa. Y en ese sentido sí que nos consideramos contrarios a la religión y a la ideología del arte convencional.

Si lo monetario no es la compensación al intenso trabajo de creación, ¿qué otros aspectos equilibran los meses y meses de trabajo?

Los discos de Estricalla los autoeditamos nosotros bajo el sobrenombre de Stop Control Antirecords. Y bueno, cuando grabamos un nuevo disco hacemos cuentas de los gastos y así vemos a qué precio lo podemos vender, mirando no «endeudarnos», y tirando el precio de venta a lo más bajo posible. Se puede hacer, y además en estos momentos se debería hacer. Encontrarte vinilos a 20 euros y cedés a 15 euros nos parece una barbaridad y es querer mantener unas reglas de mercado que saltaron por los aires hace cinco años. La burbuja musical también estalló, aunque algunos parecen no enterarse, y si hacemos un paralelismo con la llamada crisis económica, y aunque ya no hay apenas margen para la especulación, aquí también los ricos se están haciendo cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.

Para un grupo tan «sensible» como Estricalla cabe imaginar que tiene que ser muy complicado respirar entre tanto hedor.

El problema no es el mal olor en un momento y lugar determinado, sino la atmósfera irrespirable que se expande por el mundo. Una autentica nube tóxica que suspendida sobre nuestras cabezas amenaza y coloniza nuestros pensamientos y anhelos diarios. La cuestión no es cómo el sistema neoliberal se ha impuesto en el mundo, sino como millones de personas en todo el planeta han asumido y aceptado sumisamente su discurso y sus valores. El escapismo no es una salida para nosotros. Este «Triple Asalto Mortal» nos ha sacado de órbita y no podemos dejar de sentirnos astronautas en medio de un extraño y lejano planeta. Después de tantos años no logramos entender qué nos impulsa a seguir luchando por cambiar un mundo del que nos sentimos tan ajenos.

¿Si todo quedara en una excelente sudada por la calidad musical se sentiría frustrado?

La gente necesita música para bailar, para pensar, para liberarse, para inspirarse, para moverse, para movilizarse... La música es una invitación a todo esto, es una liberación a través de la cual tomamos y liberamos nuestra energía. Quien no tiene esa energía ni esa vitalidad no entiende el valor, ya no solo cultural, sino político y social que tiene este acto. El rock and roll no nos cambia, nos hace.

Cuando grita «la rabia de vivir» en «397 días encerrado en un cuarto de baño» qué supone: ¿decepción existencialista?, ¿pesimismo antropológico?...

Desencanto. Se trata de desencanto. A veces la vida nos zarandea y muestra sus aristas afiladas, a veces no es difícil sentirse solo y encerrado a pesar de estar rodeado de gente, a veces el problema de los sueños es que estos se cumplen. Esta canción habla de todo eso.

Esta canción también conlleva un nuevo reto vocal.

La base musical sobre la que está armada «397 días encerrado en un cuarto de baño» es de Mono, que nos dejó esta joya y unas líneas de bajo increíbles antes de abandonar la banda para irse a trabajar al otro lado del charco. Sí que «397 días encerrado...» es un tema distinto, pero creo que no es el único. En este último disco hemos abierto diferentes vías donde nos sentimos más o menos cómodos. No voy a decir como dicen los «entendidos», que este es un disco de transición, porque nunca hemos sabido ni querido saber hacia dónde nos dirigimos, pero este «Triple Asalto» nos ofrece nuevos caminos por donde avanzar y continuar.

Algo parecido ocurre con «Sal paradise...» ¿Se trata de retos?

Sí, retos. Retos. Esta canción define la idea con la que empezamos a armar este disco, que era la de: «vamos a hacer algo que seguramente nunca nos plantearíamos hacer. Vamos a romper todas nuestras mugas y vamos a saltar al otro lado. Tenemos total libertad para hacer lo que nos da la gana y caminar por donde queramos». Ese fue nuestro planteamiento desde que empezamos a componer para el disco. Y así «Triple asalto mortal» discurre por caminos poco transitados, mares perdidos y galaxias no muy lejanas.

Todas las canciones tienen un número en sus títulos, ¿es una curiosa o divertida forma de titular, de significarse...?

Cuando llevas unos años en esto intentas plantearte pequeños juegos, retos o metas que te ayuden a mantener la emoción en lo que estás haciendo. Es una manera de darle una pequeña vuelta de tuerca a todo y no conformarte con lo primero que escribes. Se trata de tener ilusión en la vida, en lo que haces y en no morir de aburrimiento.

La colaboración de Jello Biafra (Dead Kennedys) en el disco es un hito. Coincidieron con él en Kafe Antzokia de Bilbo, pero cómo se conocieron fue pintoresco.

Sí, así es. Cuando estábamos haciendo una versión del tema «Lost cause» de Cosmic Psychos, una banda australiana mítica que nos mete mucha marcha, un tipo se subió a hacer coros. Yo recuerdo que al principio me mosqueé un poco, pero como lo vi dándolo todo, dije: «ia tira milak». Cuando acabamos el concierto e íbamos a recoger los trastos ese tipo se me acercó con una sonrisa enorme y me felicitó por la actuación y por el grupo, nos dijo que quería el disco y una camiseta, me dio la mano y se presentó: «I´m Jello Biafra». Yo que todavía no le había reconocido, acostumbrado toda la vida a verlo en los vídeos de conciertos de Dead Kennedys y en las fotos de aquella banda que tanto nos ha marcado, me quedé paralizado sin saber qué decir, y además con mi inglés básico. Uno de mis ídolos y referentes de juventud estaba frente a mí, y lo único que me salió para despedirle mientras nos dábamos la mano fue, recordando un cartel que todos los veranos cuelga del Arrano de Zarautz: «And remember, this is not Spain, this is not France. This is Basque country». Más tarde estuvimos hablando sobre la situación política en Euskal Herria, de la represión, la tortura, las últimas redadas, me sorprendió el interés y el conocimiento que tenía de todo esto. En ese momento ni se nos pasaba por la cabeza proponerle grabar algo con nosotros. Eso se nos ocurrió al día siguiente con la resaca.

La canción comienza jarkore a tope y pasa a un tiempo más rockero. ¿Se pensó en una base rítmica más abierta que el resto del disco para el tipo de voz de Biafra? Ha quedado fantástica y lo que suelta...

Teníamos bastante claro cómo debería ser la canción antes de proponerle grabar. Muchas de las bandas con las que ha colaborado (Nomeansno, D.O.A...) son también referenciales para nosotros. Así que preparamos un tema donde pudiera estar cómodo cantando y diciendo lo que le diera la gana. Únicamente le mandamos el título de la canción «The real terrorist and his 1001 weapons of mass opressión (El verdadero terrorista y sus 1001 armas de destrucción masiva) y le comentamos a ver si podía hacer alguna referencia a la situación política en E.H.

Sin problemas por su conocimiento y por ser un meritorio luchador en su país.

El historiador y ya tristemente desaparecido Howard Zinn en su libro «La otra historia de Estados Unidos», una visión desde la óptica de los nativos americanos, los esclavos, las mujeres, los trabajadores, los inmigrantes..., habla de la resistencia ignorada, un montón de movimientos civiles ignorados y posteriormente combatidos por políticos y medios de comunicación, y que se han opuesto presidente tras presidente (Carter-Reagan-Bush) a los planes del Gobierno norteamericano, creando una auténtica cultura de oposición permanente. Cultura popular, cultura alternativa o contracultura con la que se identifican muchos «yanquis», entre ellos Jello Biafra y un sinfín de bandas de punk y hardcore que conocemos y amamos.