Joseba Permach, Ainhoa Beola
Mienmbros de EH Bildu

Que no hagan con Kutxabank lo que hicieron con la CAN

Y lo que es más grave, Kutxabank está vendiendo las acciones que tiene en  empresas vascas, ha cerrado el grifo de la necesaria financiación de la Pymes,  autónomos y cooperativas, se dedica a desahuciar en contra de lo anunciado y no tiene problema en practicar la usura

Después de abrir la puerta a la privatización de Kutxabank, Mario Fernández se ha prodigado en los medios para repetir única y exclusivamente dos mensajes: que la privatización es inevitable porque existe un mandato legal y obligatorio para ello; y que sólo la privatización puede salvar la obra social de las cajas.

Posteriormente, el Consejero de Hacienda del Gobierno Vasco, en un ejercicio mayúsculo de irresponsabilidad política, pidió tranquilidad para que Kutxabank tomara sus «propias» decisiones y comparó el arraigo social de Kutxabank con el que pueda tener el Banco de  Santander en España.

Lo cierto es que, para entender mejor lo que está ocurriendo y la posición que tenemos desde EH Bildu al respecto, merece la pena retroceder brevemente en el tiempo para analizar de dónde venimos y ver si ello nos puede servir para decidir a dónde queremos ir.

Compara Gatzagaetxeberria Kutxabank con el Banco de Santander y se confunde rotundamente. Kutxabank es un banco que surge de la fusión de las tres cajas de ahorro de la CAV. Las cajas, creadas en su día por ayuntamientos y diputaciones, tuvieron desde el principio un objetivo social, en especial que el ahorro de miles de trabajadores vascos y vascas revertiera en el país de dos formas: en primer lugar mediante su función social de financiar las necesidades del tejido industrial vasco, la necesaria financiación familiar y la de las instituciones públicas. En segundo lugar, y con los beneficios de ello, mediante la obra social y los servicios que durante años las cajas vascas llevaron a cabo, devolviendo de esta manera parte de los ingresos que miles de ciudadanas y ciudadanos habían realizado.

En aquel momento algunos reclamamos la fusión de las cuatro cajas vascas de Hego Euskal Herria. Pero eso no ocurrió porque UPN se ha opuesto históricamente a ello y porque al PNV en Nafarroa le ha importado siempre bastante poco. Finalmente, la CAN se expolió, privatizó y vendió al mejor postor. Desde entonces, el cúmulo de despropósitos y capítulos de corrupción en dicho proceso ha ido a más.

En ese contexto, y con un claro proceso de bancarización de las tres cajas ya en marcha, los partidos que conformamos EH Bildu planteamos desde un principio dos lineas rojas funda-mentales que no se debían sobrepasar: la privatización y el desmantelamiento de la obra social. Con esas premisas, y con Bildu ya en los gobiernos del Ayuntamiento de Donostia y la Diputación de Gipuzkoa, Bildu llegó a un acuerdo que incluía un cambio en el contrato de integración.

En dicho cambio contractual se asumía respetar los compromisos de la obra social, se posicionaba claramente en contra de la privatización y se fijaban las posibilidades para que si un día por ley se diera la obligación de privatizar se hiciera sin que hubiera entrada de capital privado. Esto es, se acordó un compromiso inequívoco contra la privatización y una apuesta para seguir financiando la obra social. Ni una ni otra se ha respetado y desde luego EH Bildu se desentiende ya de dicho acuerdo al haber sobrepasado el PNV las mencionadas lineas rojas.

Y efectivamente hablamos del PNV, porque aunque Gatzagaetxeberria nos quiera comparar Kutxabank con el Banco de Santander, los miembros del consejo de administración en Kutxabank fueron elegidos por el PNV y el PP en un acuerdo para el reparto del control, tras haber aprobado conjuntamente una Ley de Cajas en el parlamento de Gasteiz. Por cierto, una ley que tenía como objetivo prioritario disminuir el control público municipal sobre las cajas y por ende sobre Kutxabank.

Por tanto, Sres. Gatzagaetxeberria y Fernández, Kutxabank es un banco cuyas acciones son propiedad de las tres cajas vascas, puesto que estas fueron creadas por ayuntamientos y diputaciones con un objetivo público y social. Pretender equipararlo y hablar como si de un banco privado más se tratara no tiene otro objetivo que abrir la vía de la privatización, deshacerse de aquellas empresas vascas en las que tiene acciones mediante la venta a carteras extranjeras, y abandonar los objetivos sociales y públicos que tuvo y debiera seguir teniendo si hubiera voluntad.

Por otra parte, además de dicha equiparación bancaria errónea, es rotundamente falso que el memorandum de la UE que en su día hizo público sobre el sistema financiero español obligue a las cajas a privatizarse. Simplemente es una recomendación. Y por cierto, existen dudas sobre si quien, como Kutxabank, no ha recibido dinero alguno del FROB o del llamado rescate bancario, tenga que tener en cuenta recomendación alguna al respecto.  

Otra cosa es que, tras un nuevo acuerdo entre el PP y el PNV, se aprobó en diciembre una ley de fundaciones bancarias y que esta sí obliga a deshacerse a las fundaciones de un porcentaje de acciones. Por cierto, que de aquel acuerdo oscuro y secreto a día de hoy no se sabe cuáles debieran  ser los porcentajes  a respetar.
 
Esto que, una vez más, se nos presenta como irreversible, categórico y forzoso no es otra cosa que un acuerdo entre el PNV y el PP. No es por tanto la  ley de la gravedad la que nos obliga a privatizar Kutxabank, sino única y exclusiva-mente la voluntad y el acuerdo entre el PP y el PNV. Y por tanto, ese acuerdo y esa ley son perfectamente reversibles, máxime cuando su aplicación en la comunidad autónoma vasca tiene que pasar por el Parlamento.

Por otra parte, hay que denunciar que cuando ya se ha empezado a hablar de la conversión en fundaciones o la privatización, nadie habla de cómo se va a mantener el control público y democrático de las cajas, de las fundaciones o de Kutxabank. Todo apunta a que hay quienes quieren eliminar todo control público y social para hacer lo que les venga en gana e iniciar un proceso de privatización y de alejamiento de la realidad social y económica vasca.

Están mintiendo, de la misma manera que mienten cuando dicen que no hay dinero para la obra social mientras invierten miles de millones en el denominado banco malo de activos tóxicos. ¿Por qué hay dinero para limpiar alcantarillas del sistema financiero español y no lo hay para seguir apostando por el gasto social, cultural o de investigación?

Y lo que es más grave, Kutxabank está vendiendo las acciones que tiene en empresas vascas, ha cerrado el grifo de la necesaria financiación de las Pymes, autónomos y cooperativas vascas, se dedica a desahuciar en contra de lo anunciado y no tiene problema alguno en practicar la usura con las familias mediante el IRPH.

No podemos permitir que avancen en dicho camino. Euskal Herria ya se ha quedado sin la CAN porque quienes nos la robaron preferieron hacer su propio negocio. No podemos permitir que el PNV y el PP hagan lo mismo con Kutxabank. Los ahorros de las y  los trabajadores y familias vascas tienen que invertirse en Euskal Herria, Kutxabank tiene que cumplir esa función de la misma manera que tiene que cumplir con su compromiso histórico de la obra social transformada a los tiempos y necesidades actuales. La privatización no es en absoluto inevitable y hay alternativas.

Alternativas para construir un ente financiero que nos ayude a transitar hacia otro modelo económico y social más justo. EH Bildu va a hacer todo lo que esté en su mano y hacemos un llamamiento a la ciudadanía y agentes sociales, sindicales y formaciones políticas a trabajar en defensa de una entidad financiera vasca de carácter público y social.

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