En rueda de prensa desarrollada en la sede de ELA de Bilbo, representantes de GUNE han criticado que las políticas de recortes «aniquilan los derechos conseguidos tras largos años de lucha» y han anunciado la celebración de una manifestación en Bilbo, el próximo 16 de marzo, en defensa de «un nuevo modelo económico y social».

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ha reconocido que la política es necesaria, pero «de otra manera» y ha considerado «imprescindible» la movilización social para que la política atienda las reclamaciones que «están en la calle». «La única manera de parar lo que sucede es que se asusten viendo a mucha gente en la calle, no vemos otra alternativa», ha añadido.

Tras manifestar que aplicando política neoliberales se hunden «países y a las clases populares», Muñoz ha acusado al Ejecutivo de Gasteiz y Nafarroa de «copiar y pegar» las políticas del Gobierno español.

«Leen el BOE que hace el PP, copian y pegan, trasladando las medidas que se aprueban en Madrid y se aplican aquí», ha criticado, para añadir que se trata de «una agenda de recortes que supone más paro y desprotección social».

Por ello, ha advertido al Ejecutivo de Lakua de que si «dan por bueno» este comportamiento, el acuerdo será «imposible» y ha remarcado que si las Cuentas de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia cuentan con 1.200 millones menos, los recortes «tendrán efecto en prestaciones sociales y empleo».

«No es un ejercicio de cromos»

Por su parte, el secretario general adjunto de LAB, Javier Garnika, ha criticado que desde el Ejecutivo de Iñigo Urkullu se subraye que «no hay intención de recortar los servicios sociales, pero nadie aclara dónde se sitúa la línea roja, qué es un servicio básico y quién lo decide».

En este sentido, ha advertido al propio Urkullu de que la elaboración de los presupuestos no es «un ejercicio de cromos» ni dar a escoger entre «lo malo y lo peor», ya que el objetivo debe ser confeccionar unas cuentas que recojan «las necesidades de la mayoría».

Por ello, han planteado al Ejecutivo de Lakua que si hay que recortar se haga en privilegios y no en derechos, así como en «obras faraónicas como el TAV» y en el dinero público que se "entrega a la banca para tapar sus agujeros".

«El Gobierno Vasco, lo mismo que el de Madrid, sitúa estos presupuestos como de austeridad porque no hay dinero, pero no es cierto ya que dinero hay pero no voluntad para repartirlo de forma equitativa y cambiar la política fiscal», ha criticado.

A su juicio, las alternativas pasan por construir un nuevo modelo económico y social basado en el reparto del trabajo y de la riqueza que ponga la «economía al servicio de las personas y no al contrario» y que defienda los servicios públicos.

Por último, ha abogado por desarrollar políticas laborales y sociales «como país» y ha instado a los Gobiernos de Lakua y Nafarroa a no «escudarse permanentemente en la obligatoriedad de las medidas impuestas desde Madrid». «Al único mandato que deben someterse es al de la sociedad vasca», ha finalizado.