En un comunicado, el PLJ ha pedido que la comunidad internacional actúe de inmediato «para que no haya una nueva Siria en el mundo árabe», y ha elevado a 40 la cifra de muertos por los sucesos de esta madrugada junto a la sede de la Guardia Republicana.
El PLJ, que dirigía el depuesto presidente Mohamed Morsi hasta su elección como jefe de Estado el año pasado, ha instado a los egipcios a lanzar «una intifada contra quienes quieren robar la revolución del pueblo con tanques, aunque sea por encima de cadáveres».
Por ello, ha pedido a la comunidad internacional, a sus organismos y «a todas las personas libres del mundo que intervengan para detener más masacres y para lograr la caída de este poder militar, de forma que no haya una nueva Siria en el mundo árabe».
Asimismo, han advertido de que el número de muertos puede aumentar en las próximas horas por la gravedad de muchos de los cientos de heridos.
En un comunicado anterior, los Hermanos Musulmanes habían denunciado que lo sucedido es una «masacre del Ejército y la Policía», y habían acusado al jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fatah al-Sisi, de «seguir el ejemplo de Bachar al-Asad y querer llevar a Egipto al mismo destino que Siria para tomar el poder».