El colectivo de familiares de los presos vascos, Etxerat, ha ofrecido una rueda de prensa en Donostia para hacer un balance de los sucesos que se han dado en las cárceles y fuera de ellas en los últimos seis meses.

Etxerat ha asegurado que la situación «sigue empeorando» a causa de «un tensionamiento y empeoramiento de las condiciones de vida en la cárcel». Por otra, ha recordado que, tras la aportación de los exiliados al proceso vasco, estos han sufrido tres detenciones. En cuanto a los familiares, ha denunciado que siguen sufriendo las consecuencias de la dispersión, «y con obstáculos para realizar visitas».

Según ha informado, 600 presos están dispersados en 79 prisiones, y solo once de ellos se encuentran en tres cárceles de Euskal Herria. Asimismo, ha añadido que la mayoría de ellos se encuentran a 800-900 kilómetros de sus casas.

El colectivo ha percibido en los últimos seis meses un «endurecimiento» de las condiciones de visitas que realizan a sus familiares, y ha citado casos como «medidas referentes a hijas e hijos de los presos, recortes en vis a vises de las parejas...».

La vista en Estrasburgo sobre el recurso impuesto por el Estado español en el caso de Inés del Río ha sido el acontecimiento más importante de la primera mitad del año, según Etxerat. A raíz de esto, ha criticado que 70 presos siguen en prisión por la doctrina 197/2006. También ha mencionado las muertes de Anjel Figueroa y Xabier López Peña como acontecimientos importantes.

Respecto a los preso gravemente enfermos, ha informado de que a los quince que había a finales del año 2012, se les han sumado otros dos: Ventura Tomé e Ibon Fernández Iradi.

Ante esta situación, Etxerat ha mostrado su «preocupación» y, por ello, cree que hay que trabajar en busca del respeto de los derechos de los familiares y de los propios presos. Por ello, ha anunciado que va a realizar una labor con agentes políticos y sociales respecto a este balance.