El president de la Generalitat, Artur Mas, ha recibido este jueves por la tarde el primer informe del Consell Assessor per a la Transició Nacional (CATN), centrado en el ejercicio del derecho a decidir y en las vías que Catalunya tiene para hacerlo efectivo. Tras una reunión a puerta cerrada, el presidente del Consell y exmagistrado del Tribunal Constitucional, Carles Viver Pi-Sunyer, ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha resumido los nueve puntos de los que consta el voluminoso informe de más de 200 páginas.

El CATN –órgano consultivo nombrado directamente por el Govern– destaca, en primera instancia, la existencia de vías legales, en el marco jurídico español, para poder convocar una consulta. De hecho, habla de hasta cinco vías legales, entre las que diferencia las vías «estatales» –que emanan de la legislación española– y las catalanas –las leyes del Parlament–.

Viver Pi-Sunyer ha explicado que la recomendación del informe es que primero se intente aplicar una de las catalanas, luego una de las estatales y, en último término, si el Estado va cerrando las puertas, que se haga una propuesta de modificación de la Consitución. «Esto ralentizaría el proceso», ha admitido, pero ha destacado la importancia de «mostrar los esfuerzos de la Generalitat por llegar a acuerdos y cumplir con la legalidad».

Pero la mayor novedad del informe, probablemente, radica en las vías «legítimas», que es como el informe llama a las vías no legales y que justifica siempre que el Estado cierre la puerta definitivamente a cualquier consulta pactada. Entre estas vías, el presidente del CATN ha destacado las elecciones plebiscitarias y ha señalado, de manera inequívoca, la legitimidad de una declaración unilateral de independencia por parte del Parlament. Pero siempre cumpliendo dos condiciones: que antes se haya expresado con claridad la voluntad popular y que sea la última opción para hacer valer dicha voluntad.

La pregunta de la discordia

El informe también aborda temas polémicos y poco claros como la configuración de la pregunta en una hipotética consulta, sobre la cual destaca, sobre todo, que debe ser «clara y neutral», sin que favorezca un voto determinado. A continuación se plantea si debe ser una pregunta con solo dos respuestas posibles –sí o no– o si se podría hacer una pregunta múltiple. Viver Pi-Sunyer ha explicado que en el informe se considera que la opción más clara es la pregunta de dos únicas opciones, aunque no cierra la puerta a una pregunta múltiple, siempre que sea doble. Es decir, por ejemplo, que si se pregunta si se quiere la independencia, que primero se diga sí o no, y después, dentro cada opción, diferentes subopciones –dentro del no, por ejemplo, que se pueda optar por un modelo federal, por uno confederal o por el mantenimiento del modelo actual–. Lo ha argumentado señalando que así quedaría de manifiesto una opción ganadora.

Junto a Viver Pi-Sunyer ha comparecido el portavoz del Govern, Francesc Homs, que ha agradecido el documento del CATN, pero sin entrar a valorarlo, arguyendo que primero deberán estudiarlo. Homs tampoco ha querido explicar si el documento, como se ha especulado, será parte de la petición que Mas debe hacer a Rajoy próximamente para abrir un diálogo sobre una consulta pactada.