Según informa Efe citando fuentes de empleados de Edesa, filial de Fagor Electrodomésticos, un grupo de voluntarios ha pasado la Nochevieja en la zona donde permanecen encerrados, en el área de carga y descarga, y otros trabajadores que han cenado en sus casas han acudido después para acompañarles en la sobremesa.

Los trabajadores se turnan para permanecer durante las 24 horas en la planta.

No ha faltado el brindis con el cambio de año, pero poco: «Llevamos cincuenta y ocho días y en nuestras propias casas nos preguntan si este sacrificio servirá para algo», ha comentado uno de los encerrados.

El encierro permanente en esta fábrica es una de las movilizaciones que los cerca de 200 empleados de Edesa han puesto en marcha para reclamar al Grupo Mondragon el mantenimiento de la fábrica o, en su lugar, la recolocación en otras empresas de la cooperativa.