El Ayuntamiento de Legazpi ofreció ayer una rueda de prensa para hacer una valoración sobre los resultados de los primeros dos meses que ha obtenido el nuevo sistema mixto para la recogida de los residuos urbanos que se puso en marcha el pasado mes de octubre en la localidad guipuzcoana.

Aunque la apuesta inicial del Consistorio fuera a favor del puerta a puerta, «tras escuchar y valorar las opiniones de los ciudadanos», el Ayuntamiento decidió implantar un sistema mixto, basado en recoger la materia orgánica mediante el PaP o el quinto contenedor. El conflicto sobre la recogida de residuos derivó en una consulta no vinculante que el Ayuntamiento tildó en su día de «poco serio y carente de legitimidad».

Según confirmó el alcalde del municipio, Kepa Urzelai, Legazpi ha alcanzado en dos meses la cifra del 75% -cuando antes de implantar dicho sistema la tasa de recogida era del 30%- en lo que se refiere a la recogida selectiva de residuos, extremo que valoró de manera muy positiva. «El Ayuntamiento está trabajando en el buen camino y seguirá haciéndolo con el objetivo de conseguir los resultados óptimos», señaló.

No obstante, Urzelai criticó la actitud de algunos vecinos que todavía no utilizan los cubos grises repartidos por los servicios municipales, así como de aquellos que respaldan esta actitud, depositando las bolsas directamente en los colgadores. Además, aseguró que los trabajadores han encontrado bolsas «en las que ni siquiera se habían separado los residuos».

Respecto a la comisión de seguimiento que puso en marcha el Consistorio con el objetivo de hacer el seguimiento y la posterior valoración del sistema, el alcalde adelantó que la primera reunión se realizará el 18 de diciembre, cita en la que los participantes tendrán la oportunidad de analizar los resultados obtenidos con el nuevo sistema.

En Lekeitio, con chip

El Ayuntamiento de Lekeitio también ha decidido cambiar su sistema de recogida de residuos. Para ello, ha llevado a cabo un proceso participativo que ha concluido a comienzos de este mes. En él se ha decidido que el nuevo sistema tendrá que recoger de manera selectiva al menos el 70% de los residuos urbanos. Para ello, han propuesto un sistema basado en la utilización del chip.