Pablo GONZÁLEZ (Enviado especial)

Las autoridades hallan la salida para acabar con las protestas de Donetsk

En los últimos días la tensión ha disminuido claramente en Donetsk. Las reuniones entre el oligarca Rinat Ajmétov y los representantes de Kiev empiezan a dar frutos a pesar de que los manifestantes siguen ocupando edificios oficiales. La promesa de mayor autonomía y un posible referéndum es lo que han conseguido, y con lo que parece que tendrán que conformarse por ahora. Ajmétov le ha ganado el pulso a Kiev y ahora habrá que ver cómo calma la protesta.

Las tensión que se vive en Donetsk en la última semana empieza a bajar paulatinamente. Ni los manifestantes ni las autoridades ucranianas parece que vayan a llevar el conflicto a un nuevo nivel. Así, el consejo revolucionario ha empezado a dar marcha atrás a algunas de sus iniciativas, como la pronta celebración de un referéndum sobre la autodeterminación de la región.

Por su parte, Kiev ha dejado que se cumplan sin llevar a cabo acción ninguna las 48 horas de ultimátum que dio para que se liberasen todos los edificios oficiales en manos de los manifestantes.

Todo ello ha sido posible porque las autoridades locales, los manifestantes y los representantes de Kiev han empezado a reunirse y a buscar vías de solución a la situación que se ha creado.

Y, a su vez, este diálogo ha sido posible porque Kiev ha dado marcha atrás en su intento de controlar totalmente la zona de Donetsk, y especialmente a Rinat Ajmétov, el oligarca más pudiente de Ucrania, y que controla la mayoría de las empresas de la región.

Ello no significa que las barricadas se vayan a desmontar en las próximas horas, o incluso en los próximos días, pero sí va a permitir volver al normal funcionamiento de todas las instituciones ucranianas en la región de Donetsk. Con el siguiente beneficio a las arcas ucranianas en forma de impuestos. Arcas que se encuentran bajo mínimos y necesitan de todas las aportaciones posibles.

Apertura del diálogo

Oficialmente el diálogo lo han llevado a cabo los manifestantes con las autoridades de Kiev, actuando las autoridades locales como meros mediadores.

La primera reunión se celebró el pasado jueves y en ella estuvieron presentes los manifestantes que forman parte del consejo revolucionario y el gobernador de la región designado por Kiev, el también oligarca Serguei Taruta.

Las autoridades locales estaban representadas por dos figuras muy cercanas a Rinat Ajmétov, el alcalde de Donetsk, Aleksander Lukianchenko, y el jefe de la policía de la región, Konstantín Pozhidaev, lo cual deja claro que eran en realidad algo más que simples testigos de los hechos.

Ayer el diálogo fue continuado ya por el propio Ajmétov con el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, que acudió a la región.

Como resultado de estas conversaciones, el primer ministro ucraniano se ha mostrado abierto a conceder más autonomía a las regiones ucranianas, aunque ha evitado hablar de la federación que reclaman los manifestantes de las regiones del este del país.

Yatseniuk también ha dejado abierta la posibilidad de celebración de un referéndum, aunque sin fecha concreta. Igualmente ha asegurado que el estado respetará el idioma ruso, mayoritario en el este de Ucrania. A cambio se lleva la promesa de que poco a poco las barricadas se irán retirando y se liberará el edificio de la administración local en Donetsk, y el cuartel de la SBU (la agencia de seguridad estatal ucraniana) de Lugansk.

Los manifestantes

Por el lado de los manifestantes las conversaciones ya se han hecho sentir. Así ,el consejo revolucionario ha vuelto a esa denominación en vez de la del «gobierno temporal». También se empieza a plantear de una manera diferente la convocación y celebración del referéndum. Queda claro que no se va a celebrar a la manera de Crimea. La intención ahora es intentar hacerlo encajar en la legislación ucraniana. Es decir, la mayoría de las iniciativas están siendo recortadas hasta unos marcos viables para Kiev.

La marcha atrás que empieza a notarse sutilmente entre los líderes visibles de los manifestantes se está llevando con sumo cuidado. Según los planes, no será hasta la semana que viene cuando se empiecen a liberar poco a poco los despachos del edificio de la administración local. Como sucede en el Maidán de Kiev, en Donetsk son muchas las personas sin trabajo y de otras regiones que se han sumado a las protestas, y que viven en el edificio ocupado.

Estos grupos suelen formar además el núcleo duro de las denominadas autodefensas, las fuerzas que deben defender el edificio de un posible asalto de las fuerzas del orden. Por todo ello, es importante para que la tensión siga bajando, que estos grupos poco a poco vayan cediendo terreno sin violencia.

Las autoridades de Kiev han ofrecido amnistía completa a todos los manifestantes que vayan abandonando las protestas, siempre y cuando acepten igualmente desarmarse. Se promete además a las fuerzas de autodefensa que podrán seguir vigilando la tranquilidad de Donetsk junto a las fuerzas de seguridad del estado, aunque esto todavía es una cuestión poco clara.

Peligrosa victoria de Ajmétov

Todo esto se puede interpretar como una clara victoria de Ajmétov. Kiev ha intentado presionarlo poniendo como gobernador de la región a un rival suyo como el oligarca Taruta. Sin embargo, Ajmétov le ha ganado el pulso al gobierno central. Lo ha hecho sacando a la gente, mineros en su mayoría, a la calle, y jugando la carta que más problemas le ha traído a Kiev últimamente, la idea prorrusa. Todo ello lo ha realizado sin involucrarse directamente, posicionándose en todo momento como un interlocutor, pero les ha dado todas las facilidades a los manifestantes. La policía de la región no ha intervenido en ningún momento. Esa misma policía se ha negado a seguir las ordenes de Kiev. Dejando al gobierno central sin herramientas para poder sofocar las protestas de la misma manera que lo ha hecho en Jarkov.

Ajmétov aclara su postura

En la reunión mantenida el viernes con el primer ministro Yatseniuk, Ajmétov ha roto el silencio de los últimos días y ha dejado clara su postura actual: «estoy en contra de ocupar edificios oficiales, en contra de la violencia, pero a favor de más autonomía para la gente de la región».

A cambio de las citadas promesas hechas por Yetseniuk, Ajmétov le ha regalado un «Donbass (región donde se sitúa Donetsk) y Ucrania están unidos en mi corazón».

Kiev se ha visto abocada a lidiar con esta situación por su propia debilidad e intereses inmediatos. Los manifestantes, entre otras cosas, bloquean y siguen los desplazamientos de las unidades militares ucranianas.

Esto en los momentos de tensión en la frontera con Rusia es un claro problema para Ucrania. Otro claro problema es la falta de poder de acción en Donetsk y Lugansk, donde la policía sigue las directrices de Ajmétov e ignora en su mayoría a las que recibe del gobierno central.

Con una situación que parece que entra en vías de solución, ahora queda esperar que Ajmétov y su equipo pueda disolver paulatinamente en las próximas semanas todos los ánimos anti-Kiev que han animado para defender sus propios intereses. En caso contrario la situación puede evolucionar hacia una resolución violenta para desalojar a los manifestantes.

Rusia no entregará a Viktor Yanukovich

El fiscal general ruso, Yuri Chaika, afirmó ayer que no hay motivos para conceder la extradición a Ucrania de Viktor Yanukovich, al que ha definido como el presidente «legítimo» y «válido» de Ucrania, porque no ha cometido ningún delito mientras que «las autoridades que hoy están en Kiev han llegado al poder a través de un golpe armado». «Tenemos muchas preguntas a las nuevas autoridades en Ucrania» recalcó Chaika, quien agregó que «se ha cometido una serie de crímenes que hay que investigar». Así, anunció que la Fiscalía Regional de Rusia remitió el jueves a Interpol la documentación para dictar una orden de búsqueda internacional contra el líder del grupo ultraderechista ucraniano Sector de Derechas, Dimitri Yarosh. «Ayer remitimos los materiales a la Interpol y ahora le buscarán ellos», indicó.

Yarosh está reclamado por la justicia rusa por varias declaraciones que ha realizado en contra de Rusia y que las autoridades de Moscú creen que podrían ser constitutivas de delito. En concreto, las autoridades rusas le reclaman por haber pedido el apoyo del líder de los rebeldes chechenos, Doku Umarov. GARA

Putin asegura que no cortará el gas a Ucrania y dice a EEUU que «no está bien leer cartas ajenas»

El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó como «absolutamente intolerable» que Ucrania no haya pagado su deuda por el gas que le compra a Rusia. «Nuestros socios ucranianos dejaron de pagar a pesar de los bajos precios que rigieron en el primer trimestre. De los 540 millones de dólares que debían haber desembolsado el 7 de abril, conforme al contrato gasista de marzo pasado, no pagaron un solo dólar (...) Cero absoluto», subrayó Putin durante una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia. El presidente ruso recordó que los descuentos sobre el gas concedidos a Kiev sumaron 35.400 millones de dólares en los últimos cuatro años. No obstante, Putin aseguró que Moscú cumplirá sus contratos gasistas con Europa «No pensamos cortar el gas a Ucrania», señaló el presidente ruso. Ucrania debe actualmente más de 2.200 millones de dólares a la rusa Gazprom, por lo que esta empresa podría exigir el pago por adelantado. Conforme al contrato de 2009, aún en vigor, «Gazprom tiene derecho a exigir el pago por adelantado y el Gobierno de Rusia propone que lo haga», precisó Putin. Cada mes Ucrania recibirá de Rusia las cantidades de gas que haya pagado el mes anterior, explicó. Por último, subrayó que Rusia «garantizará el pleno cumplimiento de sus obligaciones con los consumidores europeos. El problema es garantizar el tránsito (del gas) a través de Ucrania».

Por otro lado, criticó la reacción de EEUU a su carta sobre el problema del gas, dirigida a líderes europeos. Explicó que por el momento ha recibido solo la respuesta Washington que, según el ministro ruso de Exteriores, calificó la misiva como «chantaje gasista». En este sentido, Putin opinó que la reacción estadounidense es «algo extraña». «De todos modos, no está bien leer cartas ajenas que escribimos a los consumidores del gas en Europa, no a ellos. Todos estamos acostumbrados a que nuestros amigos estadounidenses realizan escuchas pero inspeccionar la correspondencia es muy feo», ironizó.

El ministro de Energía ucraniano, Yuri Prodan, reconoció que el país necesita comprar urgentemente gas de países europeos a través de los flujos inversos por no pagar los precios que le exige Moscú, ya sin descuentos, y espera cerrar acuerdos con empresas alemanas y francesas. GARA