Nerea GOTI
Acto del PNV en Bilbo

Esperando a la izquierda abertzale pero invitando a pactar a Madrid

El PNV celebró Aberri Eguna en Bilbo con marcado tono electoral, depositando todas sus esperanzas en Europa. En casa, según dijo Ortuzar, «queda mucho por construir» y siguen «esperando» a la izquierda abertzale, aunque no se «fían» porque «no reconoce» su pasado. Menos problemas tuvo en invitar a Rajoy y Rubalcaba a «buscar esa convivencia amable» aunque siempre respondan «no».

Un impecable escenario en tonos claros bajo una carpa presidiendo la Plaza Nueva bilbaina dio cobijo durante algo más de una hora a un grupo de jóvenes militantes del PNV y cargos públicos del partido, junto a parlamentarios jelkides y consejeros del Ejecutivo Urkullu, así como el alcalde de Bilbo Ibon Areso o el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, entre otros.

Varios centenares de personas, algunas ondeando ikurriñas, siguieron la conmemoración que se limitó al discurso de los candidatos del partido a los comicios europeos, Jean Tellechea e Izaskun Bilbao, y las intervenciones del lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, cerrando el acto, solo salpicado por las fotografías enviadas por vascos celebrando Aberri Eguna en distintos puntos ikurriña en mano y un vídeo, que tomando como referencia la imagen del joven ante el Árbol de Gernika captada en el Aberri Eguna de 1964 resaltó el el compromiso de las nuevas generaciones con el camino trazado por quienes hace 50 años «desafiaran la represión franquista y celebraran públicamente el día de su patria». El vídeo dio pié a una comparación de Ortuzar entre quienes han tenido esa foto «como icono de una forma de ser, icono abertzale», mientras «otros tenían a Lenin y Mao en las paredes de sus habitaciones» y a un balance en el que destacó que «hay mucha gente que lo está pasando mal» en «un país referente en la protección social de las personas» y de «vanguardia en cobertura sanitaria», donde «la corrupción no es un problema».

«El peor enemigo»

«Esta es la Euskadi que ha tejido el autogobierno», manifestó Ortuzar para preguntar seguidamente «cuál ha sido» la aportación de la izquierda abertzale al progreso de Euskadi y responder que «su único éxito» en todos estos años «ha sido socializar y extender el dolor entre la sociedad vasca».

«Qué triste bagaje para medio siglo errando entre tinieblas» sentenció el presidente del EBB del PNV, antes de reprochar que «reivindican comisiones de la verdad, memoria histórica» cuando «los únicos desmemoriados de este país son ellos». En ese contexto, acusó a ETA de haber sido «el peor enemigo de este país» y «de la patria vasca», porque «reventó aquel Aberri Eguna unitario de 1976 con socialistas, comunistas y republicanos», tras el secuestro y muerte de Ángel Berazadi «un nacionalista vasco comprometido con la fundación de ikastolas» y el atentado mortal contra el policía nacional Vicente Sánchez.

Volviendo al presente, el líder jelkide indicó que la primera responsabilidad de su formación es dar respuesta al desempleo, pero además «queremos un nuevo estatus político y nos esforzaremos en lograr un gran acuerdo, entre vascos y con el Estado», con la paz como prioridad. Aunque en el terreno de la convivencia aseguró no fiarse de la izquierda abertzale, a quien preguntó si tan difícil es decir que no volverá a ocurrir o para cuándo el reconocimiento del daño causado. «Hasta aclarar esas cuestiones será muy difícil hacer algo conjuntamente», aseguró.

Menos crítico se mostró con Madrid, de quien dijo que «nos niega el pan y la sal» y «nuestro futuro», y aún así «busquemos esa convivencia amable» invitó a Rajoy y Rubalcaba. A falta de «respeto mutuo en clave de progreso», solo «nos queda apelar a Europa», sentenció.

En el mismo sentido, el lehendakari Iñigo Urkullu manifestó que «nuestros problemas tendrán solución dentro de Europa» y ofreció «diálogo, negociación y acuerdo» a los que una y otra vez «nos dicen no». Según dijo, la otra alternativa de Madrid es no dilatar el problema y «aceptar que España no es una», aunque a su juicio, «el reto como nación» está en Europa.

Defendió que el PNV llevará a Europa un modelo con un triple compromiso: políticas de estímulo, «que los rescatados se conviertan en rescatadores» y apuesta por el empleo juvenil. Aunque en el ámbito económico, el PNV ya es referencia como alternativa, tal y como resaltó Izaskun Bilbao, quien aseguró que «molestamos porque nuestros resultados y nuestra política para las personas contrastan con los de los gobiernos del pelotazo y el ladrillo».