Ibon Iparragirre fue trasladado este martes a la prisión de Navalcarnero, en Madrid. El preso ondarroarra, que padece una grave enfermedad, ha sido alejado de sus allegados tras sufrir dos agresiones en Basauri. La última el domingo, cuando dos funcionarios le golpearon en el interior de su celda.

Según informó la plataforma Iparra Galdu Baik, un familiar de Iparragirre recibió ayer una llamada telefónica de una trabajadora de Navalcarnero, que le notificó el ingreso del preso en la enfermería. En opinión de sus allegados, el alejamiento del represaliado es fruto de una «decisión política y premeditada desde la óptica de la venganza».

Etxerat, que acusó a Madrid de actuar «con crueldad y por venganza», advirtió de que el estado de salud de Iparragirre ha empeorado desde el pasado 7 de marzo, cuando la Ertzaintza procedió a su arresto. Hasta entonces se encontraba en prisión atenuada, en su domicilio.

La portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz, Laura Mintegi, también denunció las agresiones. Destacó que estos hechos no deberían producirse «en ninguna situación, pero menos en el caso de un preso que cumplía pena en su domicilio por motivos de salud».

Gasteiz y Urruña

Por otro lado, Etxerat ha puesto en marcha en Gasteiz una recogida de firmas en apoyo a José Ramón López de Abetxuko, preso gravemente enfermo.

Aparte, mañana, coincidiendo con el último viernes de abril, tendrá lugar en Urruña un acto en recuerdo a Jon Anza, cuyo cuerpo sin vida apareció en 2010 en una morgue de Toulouse, tras casi un año desaparecido, sin que jamás se haya esclarecido lo ocurrido.