Juanjo BASTERRA

ELA denuncia la elevada siniestralidad laboral que se produce en plena crisis

ELA denunció la elevada siniestralidad laboral y el subregistro de bajas laborales y enfermedades profesionales «por la disciplina del miedo» a perder un puesto de trabajo. La central sindical lamentó que las administraciones públicas invierten poco en salud laboral.

ELA denunció ayer que la siniestralidad laboral en Hego Euskal Herria sigue «siendo muy grave y preocupante. No ha mejorado». Acusó a las administraciones públicas de «mirar a otra parte» ante esta situación con el objetivo de «beneficiar a los empresarios» que deberían garantizar, como fija la Ley, la prevención de riesgos laborales.

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, Txiki; Leire Txakartegi, responsable sectorial de Salud Laboral; y Leire Heredia, del área de Salud Laboral, contabilizaron 55 muertes por accidentes de trabajo en Hego Euskal Herria, «frente a los 46 fallecidos que reflejan las estadísticas oficiales». Mientras se produjo un descenso de la siniestraliad mortal en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, en cambio, en Nafarroa «aumentó, de 8 a 13 fallecidos en el ultimo año», como denunció la central sindical, que lamentó la falta de transparencia de las administraciones a la hora de entregar los datos globales de siniestralidad. Dijeron que «solo vemos la punta del iceberg de este drama».

En 2013 se produjeron en la CAV 73.119 accidentes de trabajo. De ellos, 45.159 fueron sin baja, 27.960 con baja y 157 fueron graves. EN Nafarroa hubo 6.672 accidentes con baja, con 68 graves. «A pesar del descenso en la mortalidad por accidentes laborales registrados teniendo en cuenta la situación de crisis que estamos sufriendo y el consiguiente descenso brutal de la actividad laboral, el número de accidentes mortales sigue siendo demasiado elevado», concluyó Leire Txakartegi. Leire heredia, por su parte, recordó las muertes por enfermedades laborales, como el amianto. «Osalan reconoce hasta marzo de 2013 182 muertes y 5.933 personas expuestas, pero son más».

Dijo que esta situación es producto «de una actitud irresponsable de las administraciones públicas que deberían dar ejemplo en materia de prevención y no es así». Porque aseguró que «no destinan los recursos suficientes a este grave problema. Solo el 0,02% del PIB es para actuar en materia de salud laboral». En este caso, Txiki Muñoz añadió que en cinco años «ha caído un 30% el presupuesto de Osalan para hacer frete a esta situación cruel». Txakartegi denunció que «las administraciones públicas no destinan los recursos suficientes, ni cumplen con la vigilancia y control de riesgos laborales. Las sanciones que imponen son irrelevantes». Por lo que demandó «un cambio radical de las políticas de salud laboral, que mejore la inspección». ELA se comprometió a que la salud laboral sea referencia en las materias de negociación colectiva.

Txiki Muñoz recordó que «con PNV y PSE actúan de igual manera. Los gobiernos hacen suyo el discurso de la patronal de deshumanizar el mundo del trabajo en base a lograr la competitividad». Lamentó el subregistro de bajas que «se debe al miedo que han impuesto a la genete como disciplina social» y afirmó que «se incrementan los ritmos y las jornadas de trabajo, con menos empleados y más precarios», es decir «el cistel de la siniestralidad».

«CCOO y UGT ofrecen diálogo social fracasado»

Adolfo Muñoz aseguró en la misma rueda de prensa que la decisión de los máximos responsables de CCOO y UGT de trasladar a Bilbo la manifestación central del Primero de Mayo es para ofrecer «al lehendakari, Iñigo Urkullu un modelo de diálogo social que ha fracasado en el Estado español».

Añadió que CCOO y UGT no podían acudir a la manifestación en Barcelona, «donde sus organizaciones autonómicas apoyan la consulta por la soberanía, ni podían ir a Sevilla, donde les ha explotado el caso de los ERE, que por lo que se ve no se circunscribe solo a Madrid y Sevilla». Por tanto, como explicó Muñoz, «venir a Bilbo, es para decirle al lehendakari Urkullu que están dispuestos a hacer con él el modelo de diálogo social que ha fracasado en el resto del Estado». Acusó a CCOO y UGT de «ser organizaciones completamente dependientes del presupuesto público», mientras que «ELA se nutre de sus afiliados». «Estamos dispuestos -sentenció- a hablar con Urkullu para desmontar las subvenciones finalistas a sindicatos y patronal». J.B.