Aitor AGIRREZABAL

Londres insiste en que el Estado español podría vetar a Escocia en la UE

Con motivo de un discurso del ministro principal escocés, Alex Salmond en Bélgica, el unionismo británico volvió a utilizar el fantasma de un posible veto del Estado español a que una Escocia independiente forme parte de la Unión Europea.

Adelantándose a la conferencia del líder del Ejecutivo escocés, el conservador Ian Duncan afirmó que «hay muchos estados miembros nerviosos acerca de la amenaza de sus propios movimientos separatistas», aludiendo a los procesos soberanistas de Euskal Herria, Catalunya o Flandes. De este modo, quiso volver a extender sobre la sociedad escocesa el miedo a quedarse fuera de la UE, insinuando que se podría producir un veto del Estado español, dado que un nuevo miembro deberá ser aceptado por los 28 que ya forman parte del bloque comunitario.

Durante el acto en el Colegio Europa de Brujas, especializado en estudios europeos, Salmond aseguró que, debido a los recursos energéticos que poseen, «la Escocia indepen- diente debería ser uno de los ejes de la UE». Por ello, más allá de lo que aporta al resto de países, la amenaza sobre una negativa a su ingreso o permanencia responde más a una estrategia del unionismo con el fin de alarmar y atemorizar a la población, acerca de lo que puede suponer la independencia.

Sin embargo, en más de una ocasión desde Edimburgo han defendido que la independencia es el único camino para asegurar su permanencia dentro de la UE, ya que como respuesta al avance de la ultraderecha euroescéptica, David Cameron, primer ministro británico, ha planteado un referéndum en Gran Bretaña para 2017 en el que se decidirá su permanencia o salida de la Unión.

Salmond sostuvo ayer que una Escocia independiente podrá negociar su permanencia en la UE en los 18 meses que transcurrirán entre el referéndum de setiembre si el resultado es positivo y la declaración de independencia en marzo de 2016.