El PNV quiso pasar el mal trago de la aceptación de UPyD y Ciudadanos en su eurogrupo del ALDE, cambiando el foco de atención hacia la creación en el seno del mismo de un grupo de trabajo que buscará dar solución a los problemas territoriales que existen en algunos Estados miembros. Pero a los dos días ese grupo se ha quedado en apenas una pareja.

En ese grupo debían participar los cuatro eurodiputados del partido independentista flamenco N-VA, Ramón Tremosa de CDC y la representante jeltzale, Izaskun Bilbao. Sin embargo ayer se conoció que los miembros de N-VA no aceptaban el enjuague del líder de la ALDE, Guy Verhofstadt, y se marchaban al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, liderado por los tories británicos.

El portavoz de la N-VA en la Eurocámara, Johan Van Onvertveldt, consideró inaceptable que Guy Verhofstadt prometa por un lado a los soberanistas «más atención al regionalismo y a la autonomía, y a la vez también se comprometa formalmente con los unionistas a no cambiar nada en la organización territorial de los Estados miembros».

Los flamencos de N-VA conocen bien a Guy Verhofstadt, que fue primer ministro de Bélgica entre 1999 y 2008, y señalan que «su eurofederalismo voluntarista es difícil de digerir». Por eso se marchan a un grupo que aseguran que les ofrece «más autonomía» para actuar y que, entre otras cosas, defiende el derecho a decidir de Escocia.

Con la entrada de la N-VA, los Conservadores y Reformistas Europeos vuelven a adelantar a ALDE como tercera fuerza política en la Eurocámara, con 68 eurodiputados frente a 67 de los liberales.

CDC, se lo piensa

El europarlamentario de Convergència, Ramón Tremosa, afirmó ayer en los micrófonos de Catalunya Radio, que el Grupo de los Reformistas Europeos también habían llamado a su puerta. «Nos han dicho -relató-: mira, ven con nosotros, que somos demócratas y dejamos hacer el referéndum en Escocia, y el presidente Mas tendrá la puerta abierta de Downing Street, con Cameron, y el contacto directo con Obama a través nuestro».

Tremosa afirmó ayer que CDC se replanteará si sigue en la ALDE y que podría marcharse en cualquier momento si la convivencia con UPyD y Ciudadanos se hace imposible.

Desde el PNV, calificaron de «sorpresa desagradable» la decisión de N-VA. El paso de los flamencos no solo deja más sola a la jeltzale Izaskun Bilbao, sino que hace perder posición numérica a la ALDE, uno de los argumentos que el PNV utilizaba para pretender hacer ver que podría tener peso político en el futuro europeo.

CDC y PNV se opusieron a la entrada de UPyD y Ciudadanos en la ALDE, pero todo el resto lo apoyó en esa pugna por ser el tercer grupo parlamentario.