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EL CAIRO

El hombre fuerte del Ejército egipcio se reserva el puesto de viceprimer ministro

La represión de las persistentes concentraciones de protesta de los Hermanos Musulmanes se ha saldado en las últimas horas con al menos siete muertos y cientos de heridos y detenidos. En paralelo, el Ejército ultimaba la formación de Gobierno. Su hombre fuerte, Abdelfatah al Sisi, se ha reservado el puesto de viceprimer ministro y las áreas de fuerza son para políticos de Mubarak o neoliberales.

El primer ministro, Hazem el Beblaui (izda.) estrecha la mano del presidente interino, Adly Mansour. (AFP)
El primer ministro, Hazem el Beblaui (izda.) estrecha la mano del presidente interino, Adly Mansour. (AFP)

Al menos siete personas murieron, más de 200 resultaron heridas y 400 fueron detenidas durante la represión de las protestas contra el golpe de Estado convocadas por los Hermanos Musulmanes y otras organizaciones políticas en El Cairo.

Pese a ello, la Presidencia interina egipcia, nombrada por los militares, incluyó a la Cofradía islamista en su llamamiento a todos los partidos políticos para que participen en «el proceso de reconciliación nacional».

A falta de noticias sobre las movilizaciones en las provincias del interior de Egipto, el verdadero bastión de la organización islamista, los Hermanos Musulmanes sacaron a la calle a decenas de miles de personas el lunes por la noche para exigir la restitución del president legítimo, Mohamed Morsi.

Sus concentraciones fueron atacadas por la Policía y por grupos de matones que las versiones oficiales presentaban como «ciudadanos indignados».

El mayor número de fallecidos se registró en la represión de los concentrados en la plaza de Al Nahda, junto a la Universidad de El Cairo, donde al menos cuatro personas perdieron la vida y 114 sufrieron heridas.

Se registraron otros dos muertos y 134 heridos en la céntrica plaza Ramsés, junto a la estación del tren, y en el puente del 6 de octubre, una de las principales arterias de la capital.

Con todo, se trataba del balance oficial del Ministerio de Sanidad y no se descartaban más víctimas, como ocurrió con la masacre delante de la sede de la Guardia Republicana, el pasado 8 de julio. Fuentes oficiales limitaron a medio centenar los muertos, pero la cifra final fue el doble, más de un centenar, según los datos de HM.

Los defensores de la legitimidad política del Gobierno de los Hermanos Musulmanes mantienen que mantendrán sus movilizaciones hasta la reposición de Morsi y continuaban ayer firmes ante la mezquita Rabaa al-Adawiya, en la inmensa barriada de Nasr City.

Por contra, los diarios llamamientos a salir a la calle de los opositores, ahora convertidos en compañeros de viaje del Ejército golpista, no encuentran casi eco alguno y la Plaza Tahrir y los exteriores del Palacio Presidencial están cada vez más vacíos.

Estos salieron a las calles el 30 de junio y los días posteriores ante la indiferencia o el apoyo explícito del Ejército y la Policía, que les dejó hacer y saquear oficinas de los HM y linchar a algunos de sus seguidores.

Por contra, siguen las redadas contra los islamistas y fuentes policiales anunciaron la detención de otros 401 manifestantes. Son ya más de un millar las personas detenidas sobre las que hay confirmación oficial.

En este clima, el portavoz de la Presidencia golpista, Ahmad Muslimani, insistía en la existencia de contactos con «todos los partidos políticos».

Nuevo Gobierno

Contactos que los Hermanos Musulmanes niegan ya que exigen como condición para la negociación la puesta en libertad de Morsi y el final del golpe de Estado militar.

El primer ministro, Hazem el Beblaui, presentó el nuevo Gobierno, cuyo viceprimer ministro será el titular de Defensa y hombre fuerte del país, Abdel Fatah al Sisi. El exembajador egipcio en EEUU Nabil Fahmi asume Exteriores y Ahmed Galal desembarca del Banco Mundial a Finanzas. De 30 ministros solo tres son mujeres.